sábado, 9 de marzo de 2019

Filtros de arena para descontaminar el agua de escuelas sin conexión a la red


Los filtros de arena lento permiten descontaminar el agua que contiene microbios que existe en algunas escuelas rurales, un proyecto técnicamente "muy sencillo" que requiere el trabajo armonioso de las personas para obtener resultados exitosos.

"No solo queremos traer el filtro sino también queremos que la gente aprehenda el conocimiento necesario para luego continuar el proyecto por su cuenta". 




El municipio de Bragado firmó tiempo atrás con el CONICET un convenio para la implementación de filtros de arena lento (FDAL) para las escuelas que no tienen conexión a la red de agua potable, proyecto que se llevará a la práctica en corto plazo.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Suplementos dietarios para poblaciones bajo tratamientos anti-cancerígenos

Dr. Jean Guy LeBlanc
Investigador del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA) de Tucumán.

Los investigadores del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA) de Tucumán, comprobaron que una bacteria productora de vitamina B2 previene la mucositis intestinal, un proceso inflamatorio asociado a los tratamientos contra el cáncer (radiación o la quimioterapia) y que afecta la continuidad de la terapia.

(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Alimentos que contienen suplementos basadas en bacterias probióticas podrían servir para prevenir la mucositis intestinal, un proceso inflamatorio asociado a los tratamientos contra el cáncer (radiación o la quimioterapia) y que afecta la continuidad de la terapia. Así lo sugiere un estudio realizado por investigadores del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA) de Tucumán, dependiente del CONICET.

Dentro del marco de la tesis doctoral de la licenciada en Biotecnología Romina Levit - bajo la dirección de los doctores Jean Guy LeBlanc y Alejandra de Moreno y con la colaboración de la doctora Graciela Savoy - se demostró que una bacteria láctica, Lactobacillus plantarum CRL 2130, puede prevenir la mucositis en ratones que recibieron una droga quimioterapéutica (anti-cáncer).

"Esta bacteria produce riboflavina (vitamina B2) cuya actividad previno un efecto secundario importante de la quimioterapia sin afectar el tratamiento primario. Eso es muy importante ya que este microorganismo podría permitir prolongar los tratamientos anti-cancerígenos y ayudar a prevenir la deficiencia de dicha vitamina que es común en esos pacientes, mejorando así su calidad de vida", afirmó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor LeBlanc, Investigador Principal del CONICET.

La vitamina B2 es muy importante para la salud ya que participa en los procesos de respiración celular, desintoxicación hepática, y mantenimiento de la envoltura de los nervios, entre otros beneficios. Las bacterias lácticas provienen de diferentes nichos ecológicos, como productos fermentados, leches, vegetales y están presentes en humanos y otros animales. En este nuevo estudio los investigadores del CERELA emplearon una cepa Lactobacillus plantarum CRL 2130 aislada del bagazo de la caña de azúcar.

Tal como describe la revista "Nutrition", los investigadores tucumanos realizaron estudios en animales (ratones) que recibían una quimioterapia convencional. Un grupo se alimentó con bacterias productoras de la vitamina B2 y otro grupo con la misma bacteria que no produce esa vitamina. Los animales que recibieron la cepa productora de riboflavina mostraron menores grados de cambios morfológicos en el tejido intestinal, tenían menos diarreas y tenían un estado inflamatorio reducido.

Los autores del estudio comprobaron que la administración de la bacteria productora de riboflavina no interfería en el efecto anti-tumoral de la droga. Así lo observaron a través de estudios in vitro con una línea celular comercial de cáncer intestinal y en modelos animales.

Los científicos del CERELA planean ampliar el conocimiento de los mecanismos de acción de esas bacterias en ensayos de laboratorio y usando otros modelos animales. "Consideramos también la posibilidad de evaluar mezclas de bacterias beneficiosas con diferentes mecanismos de acción. Para transferir este conocimiento, necesitamos realizar estudios de escalamiento para producir las bacterias en cantidades, con medios económicos, pero que permitan mantener sus propiedades benéficas antes de poder ofrecerlas a alguna empresa interesada en venderlas como suplementos dietarios destinados a poblaciones bajo tratamientos anti-cancerígenos", destacó LeBlanc.


Los integrantes del trabajo e investigadores del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA) de Tucumán: Dr. Jean Guy LeBlanc (der.), Lic. Romina Levit, Dra. Alejandra de Moreno y Dra. Graciela Savoy de Giori.



martes, 9 de octubre de 2018

Redes de trabajo

Finalidad

La Comisión de Ciencia constituye el ámbito especializado de la Gran Logia de la Argentina, para fomentar el desarrollo de las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación productiva de la comunidad, orientándolas a la generación de actividades que contribuyan al proceso de mejora de las condiciones de vida y de inclusión socioeconómica, en el marco de la sustentabilidad socioambiental.

Integración en las Redes de Trabajo

Es previsto invitar a los Integrantes de la Comisión (IdC) para que participen en las Redes de Trabajo, teniendo en cuenta dos criterios:
(i)     La riqueza de una Red de Trabajo aumenta si sus actividades, proyectos y vinculaciones con el medio, son concebidos con un enfoque interdisciplinario,
(ii)    La viabilidad y factibilidad de un Programa se puede optimizar reconociendo las especificidades de los saberes y vocaciones de los participantes.
En ese sentido, la Secretaría de la Comisión de Ciencia (SCC) ha previsto proponer a los IdC, que seleccionen los ámbitos de trabajo en los cuales perciben que sus capacidades y vinculaciones les permitirán activar las colaboraciones y producir sus contribuciones, enfocándolas en sus áreas y temas de interés.
La aplicación de los dos criterios referidos permite que la programación de la Comisión de Ciencia se base en la oferta propuesta por los propios IdC.
Con el fin de generar ámbitos de trabajo interdisciplinarios, las Redes de Trabajo previstas se activarán en el marco definido por la atención a doce Objetivos Socioeconómicos (OSE).
Ellos son:

1. Exploración y explotación de la tierra
2. Infraestructuras y ordenación del territorio
3. Control y protección del medio ambiente
4. Protección y mejora de la salud humana
5. Producción, distribución y utilización racional de la energía
6. Producción y tecnología agrícola
7. Producción y tecnología industrial
8. Estructuras y relaciones sociales
9. Exploración y explotación del espacio
10. Investigación no orientada
11. Otra investigación civil
12. Defensa

Puede verse la descripción de los doce Objetivos Socioeconómicos (OSE) al final de este  documento.

Modo de Integración en las Redes de Trabajo

La SCC proveerá a los IdC, de un formulario electrónico, mediante el cual podrán optar por los OSE en cuyo ámbito deseen trabajar.
Cada IdC puede, naturalmente, optar por inscribirse en los OSE en los cuales pondere que su integración le permitirá desempeñarse con fluidez y sin obstaculizar sus actividades profanas actuales.
Cada IdC puede inscibirse en cada OSE, definiendo su perfil como:
  1. Investigador Científico y Tecnológico (ICT),
  2.  Proveedor de Servicios Científicos y Tecnológicos Avanzados (PSCTA),
  3.  Vinculador entre los planteles de ICT y PSCTA, con potenciales adoptantes de las ofertas generadas por los planteles aludidos (VP),
  4.  Promotor de las actividades de los planteles de ICT y PSCTA (PAP).
  5.  HH:. que participan de la Comisión, sin ser expertos. Promotores de la actividad de la Ciencia y Tecnologia (PAC),
Los IdC pueden seleccionar en cada OSE al que se integren, el o los perfiles que perciban como óptimos para desempeñarse en el ámbito de trabajo definido en el marco de cada OSE.
Típicamente, los perfiles (a) y (b) son distinguibles con más frecuencia en las instituciones de Investigación y Desarrollo (académicas (Universidades,…); centros (e.g. de: CoNICeT, INTA, INTI, CoNAE, CNEA, INIDEP, SHN,..).
Las capacidades óptimas de los perfiles (c) y (d) se pueden encontrar con mayor frecuencia entre profesionales con visión más general de los campos científicos y tecnológicos, y de los medios sociales. Ello permite a los VPs y PAPs identificar las opciones de vinculación (oferta desde los Planteles, o demanda a los Planteles) y de las organizaciones productivas o financiadoras que pudiesen contribuir a ampliar las bases de infraestructura, y de financiamiento de los Planteles y sus instituciones. (e) HH:. interesados en las actividades Científicas y Tecnológicas, que pueden colaborar o participar en el fortalecimiento y activación de la comisión.

Propuesta del Modo de Trabajo en los ámbitos incluidos en el marco de los OSE

La SCC convocará a las reuniones de trabajo de cada OSE.
En la reunión convocada para trabajar en el marco del OSE especificado, los IdC pueden proponer ofertas y demandas, y presentar diagnósticos o necesidades para atender. Eventualmente, a los IdC de ese OSE, se les transmitirán las solicitudes que hubiesen llegado a la SCC de instituciones o actores que no son de nuestra Orden.
Los planteles que se conformen para atender esos temas o trabajar en proyectos serán acordados entre todos los IdC que los integren, y la pertenencia a ellos no debe debilitar la atención a las actividades laborales regulares de cada IdC. El número de IdCs en cada proyecto debería permitir contar con las capacidades necesarias para atender los requerimientos del proyecto o solicitud de soluciones que atienda el plantel.
Las capacidades incluyen a las provistas por los IdC, sobre la base de los cuatro perfiles mencionados (ICT, PSCTA, VIP y PAP).

Vinculación con las Redes de Trabajo

Es previsto que desde las otras Comisiones o SubComisiones de nuestra Orden sea solicitada la colaboración de la Comisión de Ciencia, para atender necesidades identificadas desde la propia Orden, o solicitudes presentadas a la Orden desde actores externos a ella.
En ese caso, la SCC propondrá la reunión de trabajo de los IdCs del OSE tentativamente más pertinente con los Secretarios de las Comisiones o SubComisiones requirentes, para definir el modo de la colaboración factible.

Periodicidad y Frecuencia de las Reuniones de Trabajo

Tentativamente, las Reuniones de Trabajo se harán cíclicamente con los IdC participantes en cada OSE, en el orden que requieran las actividades o proyectos en preparación o ejecución.
Es previsto y alentado que los IdC participantes en cada ámbito de los OSE también se vinculen y trabajen en colaboración para ampliar el caudal de conocimientos disponibles o las instalaciones y equipamientos accesibles. Estas actividades pueden ser llevadas a cabo sin necesidad de consulta en el marco de las Reuniones de Trabajo de cada OSE, dado que la definición de dichas actividades es altamente específica en cada campo de trabajo.

Atención al sistema regulatorio de las actividades

I.
Las actividades realizadas en el ámbito de cada OSE deben atender los criterios regulatorios de ética y cuidado definidos para cada campo, por los organismos oficiales locales[1]
.
II.
Con el fin de aumentar la capacidad de vinculación de los proyectos y propuestas generados por los IdC en el marco de las Redes de Trabajo, se sugiere prestar atención a las disposiciones de fomento de las actividades, previstas y reguladas en el marco normativo vigente.
Ellas pueden consultarse en el texto de la Ley 23877 de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica[2], y sus modificatorias[3].
Entre las modificatorias más pertinentes pueden destacarse:
  1. Decreto 508/92, reglamentando la Ley 23877[4]
  2. Decreto 1331/96, modificando el Decreto 508/92[5]
  3. Ley 25467 del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación[6]
  4. Resolución E 753/2016 (MinCyT), creando el Repositorio del Sistema Nacional de Repositorios Digitales[7].

Por ejemplo, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica explicita que “Los investigadores deben conocer y realizar las salvaguardas previstas en todos los requisitos éticos, legales y jurídicos, establecidos en las normas bioéticas nacionales –Disposición ANMAT 6677/10– e internacionales -Código de Nüremberg, Declaración de Helsinki y sus modificaciones; así como también la Declaración Universal sobre Genoma Humano y Derechos Humanos aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, del 11/11/1997.”.
De octubre de 1990. Obtenible en
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/277/texact.htm
Presentadas en http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verVinculos.do?modo=2&id=277
De marzo de 1992. Consultable en
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/5000-9999/8546/norma.htm
De noviembre de 1996. Consultable en
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/40000-44999/40570/norma.htm
De septiembre de 2001. Consultable en
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/65000-69999/69045/norma.htm
De noviembre de 2016. Consultable en
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/265000-269999/267833/norma.htm


viernes, 21 de septiembre de 2018

Estudio de seroprevalencia para el virus west nile en humanos adultos de la ciudad de Córdoba

Facundo Capdevila, Est. Ciencias Biológicas. Universidad Nacional de Córdoba. Directores: Dra. Lorena Spinsanti, Dra. Marta S. Contigiani. Lugar de Trabajo: Laboratorio de Arbovirus, Instituto de Virología Dr. J. M. Vanella, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba.

Estudio de seroprevalencia

Poster

jueves, 30 de agosto de 2018

Submarino nuclear: el país puede pasar del sueño a la realidad en mediano plazo

José Converti
Ingeniero, Profesor Titular de Ingeniería Nuclear y Ex director del Instituto Balseiro, UNCuyo.

La tragedia del submarino ARA San Juan y la imperiosa necesidad de re-equipamiento de las Fuerzas Armadas (FFAA) contrastan fuertemente con el nuevo impulso que cobró el proyecto de construcción de un submarino propulsado con energía nuclear en Brasil. Estos hechos nos obligan a evaluar la opción nuclear para nuestra fuerza submarina.

Al inicio de cualquier análisis, es bueno despejar preconceptos instalados en el imaginario colectivo. A simple vista se observa la presencia de dos errores: que la tecnología necesaria para tal emprendimiento está muy lejos de nuestras capacidades y que representa un costo prohibitivo para la Nación.

Ambas suposiciones son falsas. Tanto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como las empresas asociadas del sector nuclear, utilizan y desarrollan diferentes tecnologías, las cuales pueden integrarse en el proceso de concretar un reactor nuclear específico para la propulsión de nuestros submarinos.

Los recursos preexistentes, como laboratorios, capacidad de cómputo y recursos humanos altamente calificados, constituyen una sólida base que acorta la brecha tecnológica y presupuestaria, dejando este emprendimiento al alcance de la infraestructura actual.

Vale precisar que a nivel técnico, el factor que diferencia a los reactores convencionales de los propulsores es la integración naval. Lo que se traduce en una serie de requerimientos técnicos relacionados con la limitación de volumen disponible en el casco y la distribución del peso permitido en el submarino. Tales aspectos son cruciales para lograr la flotabilidad y estabilidad del mismo.

La mayoría de los reactores nucleares que propulsan submarinos en el mundo son variantes del PWR (Reactor de Agua Presurizada, por sus siglas en inglés), diseñados bajo la configuración de uno o dos circuitos cerrados de agua o bien bajo una configuración compacta, donde se emplaza el generador de vapor sobre el recipiente de presión del reactor.

Se suele aseverar que el prototipo argentino de reactor nuclear de potencia Carem (actualmente en construcción) tiene como fin secreto la propulsión naval, pero sus bases de diseño y concepción lo vuelven inviable.

Este importante proyecto está concebido para la generación de energía eléctrica en una planta estacionaria y en última instancia para competir en el mercado de la núcleo-electricidad.

A los aspectos comentados deben sumársele otros inherentes al diseño del reactor Carem que impiden su desempeño como reactor naval, tal como su gran tamaño, que lo vuelve incompatible con las dimensiones de un submarino clase TR-1700, como el ARA Santa Cruz y el ARA Santa Fe.

Otro factor que lo hace inviable es su diseño auto-presurizado e integrado. No hay antecedentes de submarinos propulsados por reactores de este tipo.

Corresponde precisar la relevancia del proyecto Carem por ser la primera experiencia propia en reactores de potencia de Argentina, y que es íntegramente gestionado por CNEA.

A diferencia de los reactores de investigación, máquinas que ampliamente domina la empresa estatal Invap (Investigación Aplicada), la generación de electricidad -ya sea en tierra o en un submarino propulsado con energía nuclear- requiere presiones superiores a 120 veces la presión atmosférica y temperaturas de trabajo de 300 °C.

Esto desvirtúa la creencia de que Invap haya desarrollado reactores navales o que se encuentre en óptimas condiciones para su ejecución. Incluso áreas tan sensibles como los combustibles nucleares, que usan tanto los reactores de investigación de Invap como las centrales de potencia, son dominadas íntegramente por la CNEA.

Seguridad

Es bueno precisar que los combustibles nucleares constituyen la tecnología clave de este desarrollo, ya que usando una variante de arreglos de placas es posible lograr una configuración viable sin sobrepasar el 20% de enriquecimiento del uranio-235 (isótopo útil para la fisión nuclear).

Es decir, se cumple con el límite establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, al cual Argentina suscribe desde 1991.

Más aún, este combustible presenta características de seguridad superiores, que lo vuelven óptimo para operaciones oceánicas con capacidad para responder a variaciones abruptas de potencia. Con un diseño optimizado, un único núcleo podría abastecer de energía al submarino durante toda su vida útil sin efectuar recambios de combustible.

Las principales soluciones tecnológicas en el orden internacional, como la dispersión cerámica en matrices metálicas (Cermet) y la utilización de pastillas planas (Caramel), están al alcance de las capacidades actuales con las que cuenta el país.

Junto a lo indicado, es bueno resaltar que la propulsión de un submarino tipo TR1700 requiere de potencias relativamente bajas si se utiliza como propulsor híbrido.

El reactor del submarino alimenta a un turbogenerador que abastece tanto a un sistema de banco de baterías reducido como al motor que acciona la hélice del submarino.

Este último aspecto permite una navegación más silenciosa, dejando al reactor en el rango inferior de potencias entre los diseños de su tipo. Los submarinos clase Rubis de la Armada francesa tienen dimensiones semejantes a nuestros TR1700 y constituyen un excelente antecedente. Su planta de propulsión nuclear ocupa el mismo espacio y aproximadamente el mismo peso que la planta de propulsión diesel del TR1700.

Blindaje

Un aspecto técnico a precisar es el blindaje, diferente de las centrales comerciales. Su importancia radica en que debe guardar un compromiso entre su misión principal, que es proteger a la tripulación de la radiación (tanto de rayos gamma como de neutrones), y contar con un peso y volumen que no exceda lo permitido en el submarino.

Es importante, por otra parte, que tanto la distribución del peso como el balanceo permitan obtener una correcta integración de la planta de generación con el resto del submarino. Contar con un prototipo en tierra sería el primer paso en el proyecto, tanto para la validación de los cálculos como para ganar experiencia operativa y entrenamiento de las tripulaciones.

Las condiciones técnicas descriptas se cumplirían razonablemente con la tecnología ya disponible en el país. La estimación de costo efectuada no sobrepasa los 300 millones de dólares norteamericanos, pudiendo ser desarrollado en un lapso no superior a los cinco años.

Vale precisar, por otra parte, que el costo del submarino está directamente relacionado con tres factores claves en el proceso: el diámetro del recipiente de presión, de la sofisticación de equipos incorporados y la experiencia previa de construcción. Queda claro que la incorporación de una planta nuclear no encierra un sobrecosto prohibitivo.

A los fines de contar con una idea de lo que significa el desarrollo de estas tecnologías, es bueno comparar con otros países. Australia, por ejemplo, firmó un acuerdo para la compra de submarinos -no nucleares- franceses por 3.100 millones de dólares cada uno; el proyecto Borei (Rusia), que apunta a desarrollar un nuevo submarino nuclear, representa 500 millones de dólares. Existen otros planes más ambiciosos a la par de costosos.

Francia desarrolla el proyecto Le Triomphant con un presupuesto calculado en 3.800 millones de dólares.

Por lo tanto, desarrollar la propulsión nuclear de submarinos requiere la participación y coordinación de todo el sector nuclear argentino, articulando con las capacidades del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar). Suponer que este desafío puede ser abordado por un único organismo o empresa es ignorar las enseñanzas que deja la experiencia internacional.

A modo de conclusión, el submarino nuclear argentino no es un "sueño", sino un objetivo posible a mediano y largo plazo, donde es determinante aprovechar y potenciar las capacidades nucleares y navales del país.

Se trata de un proyecto que puede recuperar la capacidad submarina de nuestra nación. Si bien la justificación para desarrollar esta tecnología debe considerar los aspectos geopolíticos y de defensa, no existen limitaciones tecnológicas ni económicas para la concreción del proyecto.


Las opiniones vertidas en esta nota representan exclusivamente su punto de vista y no necesariamente las de CayTe.

martes, 14 de agosto de 2018

Temas ambientales en general

Jorge Froilán González
Docente en la U.N.M.d.P. y miembro de la Comisión Permanente de Seguimiento y Monitoreo Ambiental (C.P.S.M.A.)

Los temas de la agenda ambiental en nuestra Argentina son múltiples y variados, aunque tienen algunos aspectos en común: la falta de educación ciudadana sostenida en el tiempo y la ausencia, al menos parcial, de capacidad y dinámica para poner en práctica la obligatoriedad del cumplimento de las normas. Ello sucede en temas de la basura (eufemísticamente llamada "Residuos Sólidos Urbanos" - RSU), contaminación del agua, del aire, contaminación lumínica, sonora, abuso de agroquímicos… por mencionar unos pocos.
Sobre la cuestión de la basura, las diferentes modalidades de recolección de las denominadas "bolsas verdes" dedicadas a material potencialmente reciclable, derivó en un severo deterioro de la calidad de separación en origen. En muchos casos se ha minado la escasa credibilidad inicial en el tema y resultó en una severa disminución de las cantidades no recuperadas de residuos. Es claro que sin una efectiva y eficiente separación en origen y una recolección diferenciada, es difícil que las etapas posteriores de tratamiento y disposición puedan ser exitosas. Dicha separación en origen es hoy generalmente percibida como inexistente a los efectos prácticos. Es en este aspecto donde se necesita un consenso y publicidad reiterada de las frecuencias de recolección diferenciada; una campaña, sostenida en el tiempo, de educación sobre separación en origen y una capacidad de sanción concreta a los infractores. Estos últimos dos puntos son imperativos para el éxito de cualquier programa de recuperación de recursos a partir de los RSU.

El tema de educación trasciende el mero hecho de la separación en origen; se trata de incorporar desde la niñez actitudes de reducción del consumo y de incremento de la reutilización de materiales. La disminución del consumo de energía y de recursos no está incorporada ni en nuestra vida doméstica ni en las currículas escolares. Los esfuerzos educativos deben ser sostenidos en el tiempo y deberían trascender las diferentes gestiones gubernamentales y ser parte de una política de estado que se enfoque a la "siembra" de los conceptos ambientales en los primeros años de vida.

Es en la niñez donde se encuentra a la población más permeable, para introducir las actitudes de conservación y respeto; es permeable por la capacidad y las ganas de aprender que se tiene en esa etapa de la vida, pero a la vez también es frágil porque años de esfuerzo en pos de la educación ambiental pueden borrarse de un plumazo si se observa que no son sancionados los incumplimientos de las normas. Entrando con más detalle en el aspecto educativo, la formación debe enfocarse tanto en la reducción como en el uso más eficiente de los materiales y la energía. La necesidad básica de disminuir el consumo de energía va más allá de la circunstancia de las tarifas actuales. Es necesario porque todo consumo de energía implica contaminación. Tal polución se produce incluso en la generación y consumo de las denominadas "energías limpias". Siempre se produce algún grado de contaminación dependiendo del tipo de energía que es producida, de qué manera se utiliza, dónde fue generada y cómo fue transportada hasta el punto de consumo.

Finalmente, quiero destacar que los temas ambientales de nuestra argentina no se limitan a los derivados de la basura, ni tampoco a la necesidad de reducir el consumo energético. Una lista no exhaustiva incluye a los problemas de contaminación y consumo de agua, la calidad del aire, la parasitósis de origen canino y felino en lugares públicos, los conflictos derivados del crecimiento poblacional, el uso y aplicación inadecuados (y a veces indiscriminados) de agroquímicos.

Todos tienen en común la necesidad de mayor formación e información, por parte de los sectores dirigentes, educativos y la sociedad en general. La persistencia en las tareas de educación ambiental con énfasis en la infancia y el sostenimiento en toda la currícula escolar es, en mi opinión el trabajo de mayor impacto potencial para lograr un cambio de hábito y mayor toma de conciencia ambiental.

Las opiniones vertidas en esta nota representan exclusivamente su punto de vista y no necesariamente la de la U.N.M.d.P. o la C.P.S.M.A.